¿ Qué es la vida? Ya lo hemos comentado en otros artículos, a día de hoy parece claro que es conocer, aprender, tener experiencias... Como organizarnos en esto, de forma tradicional, siguiendo la línea marcada durante siglos, o de forma progresista, probando nuevas opciones. Los dos caminos tienen sus ventajas e inconvenientes. En este sentido tenemos los siete pecados capitales: lujuria, pereza, gula, ira, envidia, avaricia y soberbia. Sentirlos es negativo o es parte de la vida.
Desde un punto de vista tradicional se han tachado de pecados, pero quien no ha experimentado los mismos, yo no los puedo negar y no conozco a nadie de mi entorno que no haya caído en ninguno, no digo que no exista esa persona, pero estoy seguro que no ha abundado a lo largo de la historia. Creo que se perdería parte de lo que es vivir.
Desde un punto de vista progresista no adquieren esta negatividad, se ven más como algo natural, se aceptan y se intentan modular buscando la convivencia y respeto social. Este proceso parece imposible con tantas sucesos negativos que nos inundan, pero tacharlos tampoco ha sido decisivo para que no se produjeran.
Por lo tanto nos tenemos que mover en ambos caminos, en el tradicional porque es una forma de ver la vida que se ha instaurado durante siglos y esos ciudadanos que creen en él no cambian de visión y todos tenemos que convivir. Y en los nuevos paradigmas, porque es nuestro sentido de vida, progresar de forma respetuosa con nosotros mismos y con los demás. No olvidemos que es fundamental aceptar las diferentes realidades sociales para movernos entre ellas, lo contrario nos lleva a los conflictos.
Quien nos puede ayudar en este complejo contexto, la educación emocional. Los siete pecados capitales son emociones de las que hay que aprender, no hay que empezar desde cero, pues para ello está la historia que nos muestra que puede pasar si damos riendas sueltas a todo lo que nos apetece hacer.
Se trabaja la educación emocional en nuestra sociedad, pues en teoría sí, pero falta mucho, pues aunque desde la antigüedad ha habido muchas personas con gran inteligencia emocional, el sistema educativo, político y social del mundo occidental se ha movido más en prohibirlas, en lugar de analizarlas. Con la prohibición se ha tapado esas experiencias y no ha sido positivo, la sociedad en general está bloqueada emocionalmente lo que conduce diariamente a tantos problemas por no saber manejar estos siete pecados capitales.