La existencia —desde los minerales hasta los seres humanos— se expresa en ciclos de creación y destrucción, y cada uno vibra dentro de ese movimiento universal.
🌌 Creación y destrucción: las dos caras de la existencia
En casi todas las tradiciones filosóficas, espirituales y científicas, la vida se basa en un equilibrio dinámico entre:
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Creación (expansión, vida, orden, energía constructiva)
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Destrucción (disolución, muerte, caos, energía transformadora)
Ninguno de estos polos es “bueno” o “malo” en sí: ambos son necesarios para que exista evolución, cambio y equilibrio.
🔷 MINERALES
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En la geología, los minerales nacen, se transforman y se destruyen bajo presión, calor o erosión.
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Su vibración atómica puede simbolizar estabilidad o cambio, dependiendo de su entorno.
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Por ejemplo, un mineral puede formarse lentamente en miles de años… y desintegrarse en días si se somete a ácido o calor.
→ Vibran en ciclos de formación y descomposición.
🌿 VEGETALES
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Las plantas crecen, florecen, decaen y mueren. También limpian, purifican o consumen según su rol ecológico.
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Algunas incluso emiten sustancias químicas que favorecen o bloquean el crecimiento de otras especies (creación/destrucción biológica).
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Su energía puede nutrir o renovar un ambiente, pero también acaparar recursos o extinguir otras formas de vida.
→ Vibran en frecuencias de expansión (vida) y renovación (muerte natural).
🐾 ANIMALES
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Cazan, se reproducen, protegen, destruyen territorios, construyen hábitats.
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Su frecuencia emocional y conductual puede ser suave, agresiva, creativa o destructiva (como un león cazando, o una madre protegiendo a su cría).
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También regulan ecosistemas enteros al equilibrar poblaciones.
→ Vibran en la supervivencia, pero también en vínculos, juego y cooperación.
👤 HUMANOS
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A diferencia de otros seres, el ser humano tiene conciencia reflexiva: puede elegir crear o destruir con intención.
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Puede elevar su frecuencia emocional a través del arte, la compasión, el amor… o descenderla con odio, guerra, apatía.
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Somos los únicos capaces de destruir a gran escala sin necesidad o de crear belleza a partir del vacío.
→ Nuestra vibración es la más compleja, capaz de abarcar ambos extremos con conciencia.
⚖️ ¿Entonces opinamos igual?
Toda forma de existencia vibra entre los polos de creación y destrucción, de forma natural, energética o consciente.
Se puede intuir que la frecuencia con la que vibra cada ser lo sitúa más cerca de la creación o la destrucción, ¿cierto?
Eso encaja con muchas tradiciones:
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En física: la entropía tiende al desorden, pero la vida es un acto de negarla temporalmente (crear orden).
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En espiritualidad: lo que vibra más cerca del amor, la unidad o la verdad se considera creador; lo que vibra con miedo, egoísmo o caos se considera destructivo.
✅ En resumen:
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Sí, la existencia obliga a todo ser a vibrar dentro de estos ciclos.
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La frecuencia no es estática: cambia según entorno, conciencia y propósito.
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Lo esencial es reconocer en qué parte del ciclo estamos y hacia dónde queremos vibrar.
Si estás en frecuencia de creación:
✨ Estás generando energía constructiva.
Mantén prácticas que te expanden (gratitud, arte, cuidado, compasión).
Apoya a otros: tu vibración eleva a tu entorno.
Si estás en frecuencia de destrucción:
😓 Estás drenando o siendo drenado/a.
No es algo malo: solo es una señal para restaurarte.
Busca descanso, silencio, conexión con naturaleza o emociones elevadas.
¿Cómo elevar mi frecuencia ahora?
Aquí van algunas prácticas inmediatas (elige 1 o 2):
CREATIVAS | CONECTIVAS | LIMPIADORAS |
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Escribe algo inspirador | Abraza a alguien con presencia | Date un baño con sal o aceites |
Dibuja o pinta sin juicio | Escucha música que eleve tu alma | Limpia un espacio con intención |
Canta o toca un instrumento | Agradece en voz alta 3 cosas | Respira profundo con intención |
Baila 5 minutos con libertad | Habla con un ser querido con amor | Visualiza luz envolviéndote |
🌱 Incluso 5 minutos de consciencia pueden cambiar tu vibración.